Generación 1992
La Unión Europea sigue con ganas de llegar a los jóvenes y conseguir que estos cambien su visión de Europa. La situación económica y las noticias que llegan desde Bruselas no son muy agradables para los europeos que empiezan a afrontarse a su futuro. La imagen de Europa está tan distorsionada y cuestionada que parece que ya nada queda de los esfuerzos de los padres de Europa ni de su Declaración del 9 de mayo de 1950. Pero la Unión Europea no se puede permitir echar por tierra tantos años de trabajo, de compromiso y de lucha, y mucho menos que sean los jóvenes los que pierdan la esperanza y dejen de creer en el proyecto de Europa por la coyuntura económica que atravesamos. Sigue leyendo
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