¡Feliz 62 cumpleaños! Un 9 de mayo más, felicidades. Muchos piensan que ya eres demasiado mayor para felicitarte; otros, que ya no hay nada que celebrar; y algún que otro despistado todavía no sabe que hoy es un día importante. Yo, una vez más, aprovecho este espacio para hablar de ti y en esta ocasión con más razón. A simple vista parece que no hay muchos motivos para la fiesta, que la nube gris que lleva instalada casi un lustro sobre nuestras cabezas amenaza con lluvia inminente y sugiere que dejemos la celebración para otro momento. Pero me niego. Me niego porque esta visión obliga a olvidar todos los logros anteriores; me niego porque las personas no dejan de celebrar su cumpleaños porque haya amanecido lloviendo o estén pasando una mala racha; y me niego, porque quizá como europea del sur, española, me gusta tomarme la vida con un toque de alegría y sobre todo porque poco a poco y sin perder del tiempo hay que ir devolviendo la esperanza a nuestra sociedad.
No soy una visionaria, ni mucho menos. La críticas hacia ti no faltan, pero creo que los apoyos las superan y que en poco tiempo resonarán con fuerza. Solo hay que ver la acogida que ha tenido tu cumpleaños en las redes sociales y la multitud de actos que se están celebrando hoy por todo el continente en tu honor, y es que aguantar intacta sesenta y dos años en un continente cargado de historia y convulsión no es tarea fácil. No fueron fáciles tus inicios, pero eso sirvió para impulsarte; no es fácil tu momento presente, pero eso no nos restará fuerzas para seguir adelante. En 1950 un grupo de políticos –Monnet, Schuman, Spaak, Di Gasperi y Adenauer- comprometidos, conscientes y conocedores de tu historia decidieron emprender un camino conjunto que ha llegado hasta la actualidad y al que se fueron sumando más países. Todavía queda mucho trayecto por recorrer y pensar que ya está todo hecho no es la postura adecuada.
Estos sesenta y dos años no son tiempo perdido sino que han servido para concienciar cada vez a más gente; personas que, al igual que los padres fundadores en su día, hoy tienen en sus manos el futuro de Europa. Las generaciones pasadas nos dejaron un legado que cuidar y unos valores que transmitir a los que vendrán después. Hoy no voy a recordar cómo comenzó tu historia, ni a dar más nombres y fechas que las imprescindibles. Tampoco voy a entrar en análisis de la situación económica, ni de las repercusiones políticas. Hoy tan solo quiero felicitarte. Felicidades por estos sesenta y dos años. Felicidades por conseguir que muchos países olvidaran sus rencillas y que otros fueran capaces de dejar atrás regímenes opresivos. Felicidades por todos tus logros y por tu manera de saltar los obstáculos. Felicidades por los millones de personas que acoges: los europeístas y los euroescépticos. Felicidades por todos los años que te quedan y por las personas que recogerán nuestro testigo. Feliz Día de Europa.
Noelia Fernández Aceituno
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